Un sombrero panamá o sombrero de paja-toquilla (o simplemente panamá o jipijapa) es un tradicional sombrero con ala que se hace de las hojas trenzadas de la palmera del sombrero de paja-toquilla (Carludovica palmata). A pesar del nombre, los sombreros son originarios y fabricados en Ecuador, no en Panamá; su nombre viene del hecho de que alcanzaron relevancia durante la construcción del Canal de Panamá cuando millares de sombreros fueron importados de Ecuador para el uso de los trabajadores de la construcción. Cuando Theodore Roosevelt visitó el canal usó dicho sombrero, lo que aumentó su popularidad.
Declaratoria del tejido de la paja toquilla como patrimonio de la Humanidad congrega a comunidades en Quito y Santa Elena
El día jueves 13 de diciembre del 2012 en la matriz del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, en la ciudad de Quito, se desarrolló el acto
conmemorativo por la Declaratoria otorgado por la UNESCO al como
patrimonio de la Humanidad. A este evento asistió una delegación de la
Provincia de Santa Elena, conformada por representantes de Colonche, Dos
Mangas, Manglaralto y Barcelona. Entre las intervenciones, expuso la
señora Catalina Bacilio acerca de los trabajos que se realizan en la
península.
Algunos conceptos de bioconstrucción
La tecnología y los adelantos modernos deben ayudarnos sin hacernos olvidar estas artes. La Bioconstucción utiliza materiales y tecnologías que maximizan la eficiencia en el uso de los recursos naturales que ofrece el emplazamiento, minimizando por lo tanto la utilización de energías aportadas con sistemas activos. A la hora del proyecto es indispensable el uso de criterios de diseño bioclimático; estos utilizan elementos constructivos y funcionales que permiten alcanzar un mayor nivel de parámetros ambientales de confort, higiene y control . El edificio se considera como un organismo “viviente” y sus formas se integran en el sistema ambiental en el que se sitúa.
Dentro de la Arquitectura Bioclimática, se suele hablar también de Casa Pasiva. Una casa pasiva es un edificio en el que se puede mantener un “clima interior” confortable a lo largo de todo el año, sin recurrir a sistemas activos de producción de energía para calefacción y acondicionamiento. Por ejemplo, un sistema de calefacción con un Muro Trombe no necesita de ningún sistema mecánico de transformación de la energía radiante solar para su funcionamiento. En una casa pasiva el consumo de energía necesaria para calefacción y acondicionamiento es igual a cero. Para conseguir este resultado es muy importante trabajar sobre algunos parámetros como: orientación del edificio, estudio de las aberturas, inercia termica, vientos dominantes, zonas verdes, etc.
Durante los últimos diez años se ha producido un creciente interés en el norte de Europa, especialmente en Alemania, por la construcción de casas pasivas que cumplen una serie de requisitos específicos, enmarcados dentro de un estándar o sello de garantía. En estos casos, a menudo se recurre a un mínimo de intervención también con sistemas activos, con la intencion de minimizar el consumo de energía de los edificios. En estas viviendas se mantienen las condiciones interiores de confort consumiendo hasta un 85 % menos de energía Es cultivada en algunas provincias de la costa Ecuatoriana. Tiene la forma de una Palmera de mediano tamaño. Sin embargo las principales zonas donde este producto es cultivado están ubicadas en la Provincia de Manabí; en las Zonas de Pile, Montecristi, Jipijapa y San Lorenzo. También hay sembríos en las provincias de Esmeraldas y Guayas y esporádicas zonas de cultivo en la Provincia de Morona Santiago, pero no son tan prominentes como en el caso de la provincia de Manabí.
La paja Toquilla necesita ser cultivada en suelos húmedos, y lugares como éstos son propicios para el caso.
La Paja Toquilla no puede ser cultivada en suelos secos, porque aunque puede crecer con riegos abundantes y abonos la calidad del producto final no sería la misma que aquella cultivada en suelos húmedos.
Temporadas de cultivo y cosecha
Puede ser cultivada en cualquier época del año ya que no necesita de mucho cuidado; tiene aproximadamente de 4 a 5 meses desde que es sembrada hasta que esté lista para ser recolectada y a alcanzado un desarrollo de por lo menos 1.5 metros.
La calle Venezuela, de Picoazá, se ha convertido en una aliada estratégica de 20 familias de la parroquia, que durante décadas se dedican al secado de la tradicional paja toquilla.
Carlos
Tejena explicó que eso se debe a que el asfalto es bastante caliente y
que eso les ayuda para secar la paja. Antes, cuando la calle estaba en
mal estado, lo hacían en otros sectores.
Tejena detalló que la paja toquilla la compran en la provincia de
Santa Elena y en El Aromo, de Manta, y que la labor de ellos es
transportarla hasta Picoazá para secarla y posteriormente venderla a los
artesanos que elaboran productos como el sombrero de paja toquilla.
Tejena comenta que la paja la comercializan para Montecristi y Cuenca. Agregó que el ciento de mazos se lo vende en 10 dólares.
Variedades y producción de valor agregado
No se ha encontrado variedades de cultivos de paja toquilla en las zonas donde el producto es sembrado. Sin embargo, existen cultivos de otra planta llamada, “paja mocora”, la cual es parecida a la primera pero no ofrece las condiciones para fabricar sombreros finos de paja toquilla.
aja s.
1 Tallo del trigo y otros cereales, una vez seco y separado del grano.
2 Conjunto de estos tallos secos.
3 Brizna de hierba o de otra cosa parecida: se le metió una paja en el ojo.
4 Tubo muy delgado de plástico flexible que sirve para beber líquidos absorbiéndolos.
5 Parte poco importante o con poco contenido en un escrito, una conversación o un asunto: en el artículo solamente hay una idea importante, todo lo demás es paja.
— adj.
6 Se aplica al color que es amarillo claro como el de la paja seca: me encanta su pelo de color paja.
— s. f.
7 Amér. Central, Col. Grifo, llave del agua.
hacerse una paja vulg. Masturbarse.
no dormirse en las pajas Estar vigilante.
por un quítame allá esas pajas fam. Por una cosa poco importante: se enzarzaron en una discusión por un quítame allá esas pajas.
Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.
paja
f. Caña de trigo, cebada, centeno y otras gramíneas, después de seca y separada del grano.
Conjunto de estas cañas.
fig.Cosa ligera, de poca consistencia o entidad.
Lo inútil y desechado en cualquier materia.
Pajilla para sorber líquidos, esp. refrescos.
La paja toquilla es una
fibra vegetal símbolo de identidad y arte en el país. Los cantones
azuayos de Sígsig, Gualaceo, Chordeleg y Cuenca, principalmente, son
emporios de tejedoras que elaboran los sombreros con este material.
A las 11:30 de hoy, la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por sus siglas en inglés) se
pronunciará sobre el pedido de que se reconozca al tejido de la paja
toquilla como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Esa posibilidad alegra a los artesanos. Rosa Pacheco, de 56 años, tiene
medio siglo tejiendo sombreros con extraordinaria habilidad. Sus dedos
parecen máquinas trenzando la delicada fibra que humedece cada cierto
tiempo para lograr flexibilidad.
Ella vive en Sígsillano, uno de los afamados pueblos de tejedores
azuayos. También lo son Sucullaco, Sipta, Zhimbru, Kiruncay, Bigsol,
Puzhío, Güel… Allí, las casas de adobe parecen detenidas en el tiempo y
en su interior las familias siguen en la actividad, heredada por sus
ancestros.
Pacheco tiene ocho hijos y a todos les enseñó la técnica del tejido,
cuenta con cierto orgullo. Esta actividad es fuente de trabajo y de
distracción. A Pacheco, los médicos le recomendaron que dejara el tejido
porque padece de dolores de cabeza frecuentes.
Pero se cansa de estar solo acostada y extraña sentir la textura de la
fibra en sus dedos. Cada semana elabora cuatro sombreros que vende en
Cuenca a USD 5 cada uno. También, compra a sus vecinas estos artículos
sin acabar para ajustar los nudos de los filos.
Las mujeres tejen la paja mientras avanzan por los improvisados caminos
hacia sus pequeñas huertas de hortalizas. También, lo hacen cuando
conversan en los portales de las pintorescas casas. Otras, en días
soleados, se acomodan bajo la sombra de un frondoso árbol frutal.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/pais/azuay-sombreros-paja-toquilla-tradicion_0_822517905.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
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Picoazá
20 familias secan la paja toquilla
La calle Venezuela, de Picoazá, se ha convertido en una aliada estratégica de 20 familias de la parroquia, que durante décadas se dedican al secado de la tradicional paja toquilla.
Carlos Tejena explicó que eso se debe a que el asfalto es bastante caliente y que eso les ayuda para secar la paja. Antes, cuando la calle estaba en mal estado, lo hacían en otros sectores.
Tejena detalló que la paja toquilla la compran en la provincia de Santa Elena y en El Aromo, de Manta, y que la labor de ellos es transportarla hasta Picoazá para secarla y posteriormente venderla a los artesanos que elaboran productos como el sombrero de paja toquilla.
Tejena comenta que la paja la comercializan para Montecristi y Cuenca. Agregó que el ciento de mazos se lo vende en 10 dólares.
La paja toquilla es una
fibra vegetal símbolo de identidad y arte en el país. Los cantones
azuayos de Sígsig, Gualaceo, Chordeleg y Cuenca, principalmente, son
emporios de tejedoras que elaboran los sombreros con este material.
A las 11:30 de hoy, la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por sus siglas en inglés) se
pronunciará sobre el pedido de que se reconozca al tejido de la paja
toquilla como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Esa posibilidad alegra a los artesanos. Rosa Pacheco, de 56 años, tiene
medio siglo tejiendo sombreros con extraordinaria habilidad. Sus dedos
parecen máquinas trenzando la delicada fibra que humedece cada cierto
tiempo para lograr flexibilidad.
Ella vive en Sígsillano, uno de los afamados pueblos de tejedores
azuayos. También lo son Sucullaco, Sipta, Zhimbru, Kiruncay, Bigsol,
Puzhío, Güel… Allí, las casas de adobe parecen detenidas en el tiempo y
en su interior las familias siguen en la actividad, heredada por sus
ancestros.
Pacheco tiene ocho hijos y a todos les enseñó la técnica del tejido,
cuenta con cierto orgullo. Esta actividad es fuente de trabajo y de
distracción. A Pacheco, los médicos le recomendaron que dejara el tejido
porque padece de dolores de cabeza frecuentes.
Pero se cansa de estar solo acostada y extraña sentir la textura de la
fibra en sus dedos. Cada semana elabora cuatro sombreros que vende en
Cuenca a USD 5 cada uno. También, compra a sus vecinas estos artículos
sin acabar para ajustar los nudos de los filos.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/pais/azuay-sombreros-paja-toquilla-tradicion_0_822517905.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
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